Trono de Fátima

El Trono de Fátima fue construido en 1947 en honor a Nuestra Señora de Fátima. El sacerdote franciscano Frei João José, gravemente enfermo, prometió que, si obtenía la gracia de su recuperación, no escatimaría esfuerzos para construir el monumento como una forma de agradecer a la Virgen por su curación. Ideado por Frei João José, el proyecto fue desarrollado por Heitor da Silva Costa, el mismo arquitecto responsable del Cristo Redentor en Río de Janeiro. La comunidad católica de Petrópolis se unió mediante donaciones, festividades religiosas, promociones y peregrinaciones de fieles llevando piedras cuesta arriba para ayudar en la construcción.

Foto: Reprodução

La imagen de Nuestra Señora de Fátima, esculpida en Italia y traída a Brasil en 1951, destaca en la cima de la colina, proporcionando un ambiente tranquilo y propicio para la oración y la meditación. La cúpula protectora del Trono de Fátima se apoya en siete columnas, representando los dones del Espíritu Santo, y sobre ella se encuentra la escultura del ángel con 1 metro de altura.

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En la parte inferior del santuario se encuentra la Capilla Nuestra Señora de Fátima y la sala de los milagros. La capilla marca el final del Camino del Rosario, un recorrido de contemplación y fe que los fieles realizan todos los días 13 de cada mes, saliendo de la Congregación Mariana en la calle Frei Rogério. Desde el Trono de Fátima se abre una hermosa vista panorámica del Centro Histórico de Petrópolis.

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A lo largo de los años, el Trono de Fátima se ha convertido en un punto de referencia para la comunidad católica y para todos aquellos que buscan un lugar para renovar su fe y conectarse con la espiritualidad. Además, el santuario es escenario de diversos eventos religiosos y celebraciones, como misas y procesiones, que atraen a fieles de todas partes, formando parte del Circuito Religioso de Petrópolis.